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Agencias de comunicación en España: ¿a qué retos se enfrentan?

Hotwire España

Las agencias de comunicación se han convertido en un partner de confianza para muchas empresas en estos momentos de incertidumbre. Los cambios tan rápidos que afronta la sociedad en general obligan a las compañías a tener un socio que les permita dar respuesta a las preguntas de sus diferentes públicos, adecuando el mensaje y canales a los mismos para conseguir el mayor entendimiento. Para conocer de qué manera las agencias de comunicación están ayudando a las compañías y marcas y los retos de este sector, la Revista Anuncios, ha entrevistado a Ludi García, Managing Director de Hotwire y Presidenta de la Asociación de Consultoras de Comunicación (ADC). Os dejamos la entrevista que le realizaron completa. Si quieres leer el número completo puedes hacerlo aquí.

¿Es pretencioso hablar de el nuevo momento de las agencias de comunicación o es una expresión que realmente se ciñe a la realidad?

Es el momento de la COMUNICACIÓN entendiendo como tal todas las estrategias que nos permiten interconectar con nuestros públicos objetivos, incluido el planeta. La versatilidad, formación, multidisciplinas implicadas, la flexibilidad, la innovación… de las agencias de comunicación, capaces de cubrir cualquiera de las necesidades de una organización, nos sitúa en una posición de extraordinaria fuerza, conocimiento y capacidad para cubrirlas. El sector no deja de crecer y de avanzar; las especializaciones se unen para ofrecer visiones mucho más transversales, globales, llegando a ese 360 que requieren cada vez más los clientes.

Como creemos que más bien se ajusta a la realidad, ¿qué factores sustentan la idea de que la actividad de las agencias de comunicación en España está viviendo una época de creciente importancia? 

El consumidor está cada vez más informado (e incluso, sobre-informado) y, aunque aún no muy numeroso (pero en constante crecimiento), más consciente. Ya no vale todo. La coherencia entra a formar parte de la actividad de cualquier compañía porque así lo exige el consumidor. Y eso, hasta ahora, no había sido un requisito. Las empresas deben repensarse, hacer un autodiagnóstico, resetearse… y, para ello, necesitan un acompañamiento. Las capacidades multidisciplinares de las agencias de comunicación que señalábamos antes ofrecen esa capacidad de guiar, acompañar, definir e implementar estrategias sensatas, coherentes y sostenibles para alcanzar los objetivos.

¿Desde cuándo se ha venido fraguando esta nueva situación? ¿Cuáles serían los principales hitos?

Creemos que la pandemia ha puesto encima de la mesa todas esas capacidades que tenemos las agencias de comunicación y que, posiblemente hasta entonces, pasaban desapercibidas. Las agencias de comunicación, tanto las más grandes como las medianas y pequeñas, veníamos preparadas para cualquier cambio. Y no solo preparadas tecnológicamente, sino también mentalmente. Y eso ha sido revolucionario. Hemos sorprendido a la sociedad tomando una posición que no habíamos reclamado hasta hora, pero no de boquilla, sino con hechos.

¿A qué cree que es debido este éxito de las agencias de comunicación en la actualidad?

Nuestra flexibilidad, adaptabilidad, experiencia de trabajo en la incertidumbre… nos ha permitido navegar, e incluso liderar, la transición de un mundo presencial/analógico a un mundo totalmente líquido. Teníamos muy bien hechos los deberes de la digitalización. Y hemos tenido la fortaleza y la certidumbre de poner la comunicación a favor de un bien común.

Como sector, y sector en crecimiento, ¿qué retos se plantean? ¿Es necesario desde la ADC trabajar en algunas directrices concretas para mejorar estas labores?

No podemos detenernos. El primero, sin duda, es el desarrollo tecnológico (blockchain, realidad virtual, big data…) y sus múltiples aplicaciones (metaverso, voz…) que es, además de despiadadamente veloz, imparable.

Otro reto importante para las agencias de comunicación asociadas es poner en valor el trabajo que hacemos, nuestros contenidos: nuestra propiedad intelectual. En una sociedad como la que se está conformando, nuestra aportación informativa es cada vez mayor y más especializada. Durante muchos años, hemos sido el gran ignorado, pero ya es tiempo de poner encima de la mesa nuestra aportación fundamental a la difusión de conocimiento y a una mayor democratización de nuestra sociedad.

Y, por último, y no menos importante, las personas y, por lo tanto, la relación de las organizaciones con esa humanidad/humanismo que también tiene que ver con el propósito, la misión, los valores. No somos átomos independientes y autosuficiente. Nos necesitamos, y necesitamos la humanización de las organizaciones, las nuestras y las de nuestros clientes, porque personas felices hacen trabajos mejores.

En cuanto a la tipología de empresas y el movimiento de adquisiciones y expansión, ¿cree que el sector necesita una cierta reordenación?

El sector se está recolocando, pero siempre ha estado ordenado. El pasado ha sido un tiempo de especialización, de compartimentos: marketing directo, publicidad, comunicación corporativa, relaciones públicas… Esas fronteras se han difuminado, especialmente por la digitalización del mundo, y todo está ahora más interconectado que nunca. Por lo tanto, los movimientos no son sino una respuesta lógica al cambio que se está produciendo en el mundo, en la sociedad, y al que nos debemos adaptar para no quedarnos fuera.

Tenemos claro que la fortaleza está en la unión de talentos, en la co-creación. El proceso va a depender más de las personas que lo protagonizan que del modelo aplicado.